martes, 9 de abril de 2013

Posesión Infernal (1981) Evil Dead, de Sam Raimi





Cinco amigos se van a pasar un fin de semana a una cabaña en lo profundo del bosque. Tras escuchar ruidos procedentes del sótano bajan a investigar y descubren un extraño libro, un cuchillo ritual y un magnetófono. Al activar el aparato una voz relata los terribles acontecimientos de posesión demoníaca que allí sucedieron. Una fuerza desconocida empezará a poseer a los chicos, uno por uno...




Para que luego digan que leer es bueno...


Quería revisionar el clásico de Sam Raimi antes de ver el remake dirigido por Fede Alvarez. 

Es la tercera vez que la veo y constato que es una de esas películas que no pierden con el paso del tiempo. Más bien todo lo contrario. Una de esas películas divertidas, que pueden verse las veces que hagan falta. Y disfrutarse como la primera vez. Inquietarse con su atmósfera ominosa y por momentos surrealista, quedar impactado por sus escenas truculentas, saltar cuando nos dan un susto... sustos y risas, que en buena medida, es lo que representa Posesión Infernal. 

Pero ojo que esta primera entrega es terror en estado puro, a diferencia de sus predecesoras.




Efectos secundarios de escuchar La Consulta del Doctor Loomis


Y es que yo me topé por primera vez con la saga Posesión Infernal en televisión, cuando anunciaban el estreno en cines de El Ejército de las Tinieblas, tercera entrega de la saga, que vi más adelante. Que me marcó mucho, me encantó y como a todo el mundo, me flipó el personaje de Bruce Campbell.

Más tarde vi Evil Dead 2. En España llamada Terrorificamente Muertos. Que compré en vhs como primera entrega de un coleccionable de cine de terror, que venía con otro pedazo clásico de la época, Braindead, tu madre se ha comido a mi perro y descubrí también en aquel momento ¡Que gran época amigos!



La antológica escena de la violación del Arbol, otra de las cosas que han hecho trascender en el recuerdo a Posesión Infernal 


Pero no nos desviemos. El caso es que vi la segunda y aunque me gustó, no llego a gustarme tanto como El Ejército de las Tinieblas hasta mucho tiempo después, momento, hace unos pocos años, en que vi Posesión Infernal, la primera. Me avergüenzo, como aficionado al cine de terror, de haber tardado tanto en verla. Pero sobre todo me jode haberme perdido toda la diversión que genera Posesión Infernal, aún siendo a diferencia de sus continuaciones -que añadían grandes dosis de humor- una película de terror puro.

Y es que con este film, hay que hablar de diversión, no de comedia. Para entendernos, la clase de diversión que uno disfrutaba de chaval tras atravesar La Casa del Terror del Parque de Atracciones de Madrid. La adrenalina te bombeaba mientras pasabas corriendo huyendo de la niña poseída, o de Freddy. Te reías si, pero porque había que hacerse el duro con los colegas, en el fondo estabas "cagao". Y cuando salías de La Casa del Terror respirabas aliviado y reías carcajadas, aunque aún tenías ese leve escalofrío en el cuerpo, ese miedo a que te dieran otro susto. Y curiosamente también querías más. Con esta película tengo esa misma sensación.

El ser una película únicamente de terror, a saco, es una de las ventajas que tiene vista hoy, frente a sus secuelas. Desde luego que Terrorificamente Muertos es muy divertida, al igual que El Ejército de las Tinieblas. No obstante, aquí ya tenemos todos los elementos que conforman estas, y además, un equilibrio de todos los elementos, que evita el giro de tuerca final que podría generar la carcajada que provoca Evil Dead 2. A cambio, tenemos equilibrio, y una película más sólida, que tiene ya, absolutamente todos los elementos propios de la saga (aunque técnicamente no este al nivel de sus predecesoras, pero esto lejos de ser un handicap, se convierte en una ventaja más, pues la hace más sórdida y sucia, menos película convencional, para entendernos). Todo esto la convierte, para mi, en un film mucho mejor. Aunque siempre bajo mi actual punto de vista. Para gustos, los colores.





Pues si que está desmejorado el tío de Upa Dance...


Como prueba de que la película conserva un equilibrio que hace que escenas que en posteriores entregas nos harían reír aquí no lo hagan, citaría una escena en concreto, que sirve muy bien de ejemplo: Aquella que el cuerpo aún vivo y en movimiento de la novia de Ash, decapitada por el mismo, le cae encima y le chorrea sangre a borbotones en la cara que manan del cuello cercenado; mientras que, un poco más allá, la cabeza cortada de la chica, con los ojos abiertos de par en par se ríe histéricamente a carcajadas. Ya solo contar la escena hace surgir la hilaridad, pero viéndola en la película, no nos reímos (a no ser que nos las demos de listos y riamos de sus trucos visuales que por la época y el presupuesto que había no son de gran perfección obviamente) y esto es porque Raimi se las ha apañado para engatusarnos y meternos en su juego. Más que humorística, la escena resulta malsana, dramática, surrealista y el colmo del horror acumulado en todos los acontecimientos que se han ido sucediendo.



Lejos de calificarlo, como lo harían los espectadores más jovenes, es décir, de "cutres" los efectos stop motion de descomposición finales en los poseídos me encantan y me resultan fascinantes. Los prefiero mil veces a animación por ordenador cantosa y muerta.



Da gusto ver esta película amigos, verdadero placer, solo mirarla ya es placentero. Vivimos tiempos tan de diseño, tan fetichistas de lo artificial, tan asépticos, tan falsamente estilizados, que ver esta fotografía sucia, pálida, aparentemente descuidada, basta... le da un delicioso toque truculento y sórdido que ayuda enormemente a transmitir ese surrealismo de pesadilla que caracteriza a la película y que es de las mejores cosas que tiene.

Y luego está la gran banda sonora de Joseph LoDuca que combina sutiles melodías de piano e instrumentos de cuerda que potencian momentos dramáticos de sórdido patetismo, con toques electrónicos y de sintetizador, muy entrañable, que nos reconforta por recordar tanto a la serie B de la época y que además es vital para aportar esa extrañeza terrorífica a la atmósfera y la historia.

En definitiva un título imprescindible tanto para aficionados al cine de terror como al cine en general, si aún no lo habéis visto ya estáis tardando.



¡¡¡¡Escuchad La Consulta del Doctor Loomis!!!!!



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