viernes, 26 de abril de 2013

La Consulta del Doctor Loomis 15 Glen or Glenda de Ed Wood Sinister


Nestor Gascón, Cesar Criado y un servidor, Raúl Arianes, les ofrecemos una nueva entrega del podcast de cine más desquiciado. Empezamos analizando el nuevo trailer de El Hombre de Acero y After Earth. Después sometemos a Roney Mara a nuestro Filtro. En Píldoras os contamos esas curiosidades que surgen en torno al mundo del cine. Depués en Onanismos Audiovisuales hablamos de películas como Jack Reacher, Oblivion, Terminator 2 Aka Shocking Dark de Bruno Matei, Terminator 3 y Star Trek 2009. En Mundo Mainstream analizamos Sinister (2012) y en Retroshock un clásico como Glen or Glenda de Ed Wood ¡Que lo disfruteis!


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sábado, 13 de abril de 2013

La Consulta del Doctor Loomis 13 Evil Dead Posesión Infernal 2013 Están Vivos




Ya disponible para escuchar en Ivoox La Consulta del Doctor Loomis 13. Nestor Gascón, Raúl Arianes, osea un servidor y Cesar Criado empezamos con Onanismos Audiovisuales hablando de Secret Wars, Prophet, Posesión Infernal de Sam Raimi, Esto es la Guerra y Deathstalker. Nos metemos a fondo con un clásico de John Carpenter, Están Vivos en nuestra sección Retroshock. En Mundo Mainstream, hablamos de Evil Dead de Fede Alvarez, el remake del clásico incontestable del Cine de Terror. Disfrutadlo.

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martes, 9 de abril de 2013

Posesión Infernal (1981) Evil Dead, de Sam Raimi





Cinco amigos se van a pasar un fin de semana a una cabaña en lo profundo del bosque. Tras escuchar ruidos procedentes del sótano bajan a investigar y descubren un extraño libro, un cuchillo ritual y un magnetófono. Al activar el aparato una voz relata los terribles acontecimientos de posesión demoníaca que allí sucedieron. Una fuerza desconocida empezará a poseer a los chicos, uno por uno...




Para que luego digan que leer es bueno...


Quería revisionar el clásico de Sam Raimi antes de ver el remake dirigido por Fede Alvarez. 

Es la tercera vez que la veo y constato que es una de esas películas que no pierden con el paso del tiempo. Más bien todo lo contrario. Una de esas películas divertidas, que pueden verse las veces que hagan falta. Y disfrutarse como la primera vez. Inquietarse con su atmósfera ominosa y por momentos surrealista, quedar impactado por sus escenas truculentas, saltar cuando nos dan un susto... sustos y risas, que en buena medida, es lo que representa Posesión Infernal. 

Pero ojo que esta primera entrega es terror en estado puro, a diferencia de sus predecesoras.




Efectos secundarios de escuchar La Consulta del Doctor Loomis


Y es que yo me topé por primera vez con la saga Posesión Infernal en televisión, cuando anunciaban el estreno en cines de El Ejército de las Tinieblas, tercera entrega de la saga, que vi más adelante. Que me marcó mucho, me encantó y como a todo el mundo, me flipó el personaje de Bruce Campbell.

Más tarde vi Evil Dead 2. En España llamada Terrorificamente Muertos. Que compré en vhs como primera entrega de un coleccionable de cine de terror, que venía con otro pedazo clásico de la época, Braindead, tu madre se ha comido a mi perro y descubrí también en aquel momento ¡Que gran época amigos!



La antológica escena de la violación del Arbol, otra de las cosas que han hecho trascender en el recuerdo a Posesión Infernal 


Pero no nos desviemos. El caso es que vi la segunda y aunque me gustó, no llego a gustarme tanto como El Ejército de las Tinieblas hasta mucho tiempo después, momento, hace unos pocos años, en que vi Posesión Infernal, la primera. Me avergüenzo, como aficionado al cine de terror, de haber tardado tanto en verla. Pero sobre todo me jode haberme perdido toda la diversión que genera Posesión Infernal, aún siendo a diferencia de sus continuaciones -que añadían grandes dosis de humor- una película de terror puro.

Y es que con este film, hay que hablar de diversión, no de comedia. Para entendernos, la clase de diversión que uno disfrutaba de chaval tras atravesar La Casa del Terror del Parque de Atracciones de Madrid. La adrenalina te bombeaba mientras pasabas corriendo huyendo de la niña poseída, o de Freddy. Te reías si, pero porque había que hacerse el duro con los colegas, en el fondo estabas "cagao". Y cuando salías de La Casa del Terror respirabas aliviado y reías carcajadas, aunque aún tenías ese leve escalofrío en el cuerpo, ese miedo a que te dieran otro susto. Y curiosamente también querías más. Con esta película tengo esa misma sensación.

El ser una película únicamente de terror, a saco, es una de las ventajas que tiene vista hoy, frente a sus secuelas. Desde luego que Terrorificamente Muertos es muy divertida, al igual que El Ejército de las Tinieblas. No obstante, aquí ya tenemos todos los elementos que conforman estas, y además, un equilibrio de todos los elementos, que evita el giro de tuerca final que podría generar la carcajada que provoca Evil Dead 2. A cambio, tenemos equilibrio, y una película más sólida, que tiene ya, absolutamente todos los elementos propios de la saga (aunque técnicamente no este al nivel de sus predecesoras, pero esto lejos de ser un handicap, se convierte en una ventaja más, pues la hace más sórdida y sucia, menos película convencional, para entendernos). Todo esto la convierte, para mi, en un film mucho mejor. Aunque siempre bajo mi actual punto de vista. Para gustos, los colores.





Pues si que está desmejorado el tío de Upa Dance...


Como prueba de que la película conserva un equilibrio que hace que escenas que en posteriores entregas nos harían reír aquí no lo hagan, citaría una escena en concreto, que sirve muy bien de ejemplo: Aquella que el cuerpo aún vivo y en movimiento de la novia de Ash, decapitada por el mismo, le cae encima y le chorrea sangre a borbotones en la cara que manan del cuello cercenado; mientras que, un poco más allá, la cabeza cortada de la chica, con los ojos abiertos de par en par se ríe histéricamente a carcajadas. Ya solo contar la escena hace surgir la hilaridad, pero viéndola en la película, no nos reímos (a no ser que nos las demos de listos y riamos de sus trucos visuales que por la época y el presupuesto que había no son de gran perfección obviamente) y esto es porque Raimi se las ha apañado para engatusarnos y meternos en su juego. Más que humorística, la escena resulta malsana, dramática, surrealista y el colmo del horror acumulado en todos los acontecimientos que se han ido sucediendo.



Lejos de calificarlo, como lo harían los espectadores más jovenes, es décir, de "cutres" los efectos stop motion de descomposición finales en los poseídos me encantan y me resultan fascinantes. Los prefiero mil veces a animación por ordenador cantosa y muerta.



Da gusto ver esta película amigos, verdadero placer, solo mirarla ya es placentero. Vivimos tiempos tan de diseño, tan fetichistas de lo artificial, tan asépticos, tan falsamente estilizados, que ver esta fotografía sucia, pálida, aparentemente descuidada, basta... le da un delicioso toque truculento y sórdido que ayuda enormemente a transmitir ese surrealismo de pesadilla que caracteriza a la película y que es de las mejores cosas que tiene.

Y luego está la gran banda sonora de Joseph LoDuca que combina sutiles melodías de piano e instrumentos de cuerda que potencian momentos dramáticos de sórdido patetismo, con toques electrónicos y de sintetizador, muy entrañable, que nos reconforta por recordar tanto a la serie B de la época y que además es vital para aportar esa extrañeza terrorífica a la atmósfera y la historia.

En definitiva un título imprescindible tanto para aficionados al cine de terror como al cine en general, si aún no lo habéis visto ya estáis tardando.



¡¡¡¡Escuchad La Consulta del Doctor Loomis!!!!!



lunes, 8 de abril de 2013

Tiana y el Sapo (2009) The Princess and the Frog de Ron Clements y John Musker





El Príncipe de Maldonia, Naveen es transformado en una rana por el malvado Mago Vudú , Dr. Facilier. El joven, le pide a una joven llamada Tiana que le bese para romper el hechizo y devolverle a su estado natural. Tras las dudas iniciales, esta accede, pero al besarlo, no solo no se rompe el hechizo, sino que ella misma es transformada también en rana. Juntos vivirán una aventura ambientada en Nueva Orleans, con el objetivo de recuperar su forma humana.



El diseño de Naveen-Rana, lo mejor de la cinta



Siempre que uno ve estas películas forzado bajo amenaza de su energía negativa, es una lotería. Puede uno realizar una hallazgo (101 Dálmatas, Chicas Malas), ver un truño hortera y descojonarse con la pareja (Oz Un Mundo de Fantasîa, Princesa por Sorpresa 1 y 2) o la postura intermedia. Ni lo uno ni lo otro. Y si me apuráis es el peor de los casos. Porque ni se descubre una buena película, ni se obtiene diversión a costa de un aborto cinematográfico. 




¿No os recuerda a Freddy Mercury?



Tiana y el Sapo pertenece a este grupo. Guión correcto, personajes correctos, canciones, ambientación...todo aceptable ¿Algo memorable? Nada. Es más viendo la película somos perfectamente conscientes de que vamos a olvidarla en cuanto rueden los títulos de crédito (y más aún con algunos de los temas príncipales de la banda sonora cantados por Alex Ubago en la versión española). 

Y lo que es peor sus máximos responsables parecen pensar igual y no hacen nada para remediarlo.



Naveen se presenta a Tiana en forma de Rana y comienza a hablarle, prácticamente el único momento divertido del film.



Disney lanzó este film en 2009, cuando ya habían pasado 5 desde el estreno de Zafarrancho en el Rancho en 2004. Después de anunciar que ya no producirían largometrajes animados de forma tradicional. Un gesto admirable el que rectificaran esa decisión (aunque lamentablemente no parece que vaya a repetirse). Pero la película esta hecha con miedo a arriesgar (más allá de la corrección política de incluir por fin personajes protagonistas de color). Y la excesiva precaución juega en su contra. Tiana y el Sapo nos recuerda más a, por ejemplo Oliver y su Pandilla, que a La Sirenita. Hecho con la moral baja, sin querer quemar todos los cartuchos  no sea que la vayamos a liar.

La protagonista y sus motivaciones, aunque sea positivo que sean las de una mujer fuerte e independiente, no nos llegan con la fuerza que debieran. No ayuda tampoco el hecho de que Tiana se pase un 80 % convertida en Rana, ni que los secundarios aunque tengan un diseño divertido, sean tan olvidables como el conjunto del film. La banda sonora, que podría ayudar a elevar el conjunto, es también totalmente intrascendente.

El Villano es carismático y nos despierta del sopor general en su número musical (sobretodo gracias al doblaje de Javier Gurruchaga) pero interviene poco y no con la fuerza que debería. 



"Tiana negra vale, pero Naveen lo ponemos ¿mulato, latino, bronceado...? El caso es que no quede claro ¡pero negro negro ni hablar eh!"



Otra cosa que me repatea es que la protagonista sea negra y el protagonista algo indefinido entre... ¿Mulato, latino, bronceado...? No queda claro. El caso es que al final parece un príncipe random de Disney pero pintado de marrón, y eso es lo que más me cabrea de todo. A ver, no me entendáis mal, ni soy racista ni estoy en contra del amor interracial, todo lo contrario, pero... ya que por fin tras décadas de historia tenemos una princesa Disney negra ¿porque no su pareja lo es también? No por nada, sino porque me da la repugnante sensación de un joven negro no encaja al parecer, con el ideal de belleza de la compañía. Que el pelo corto y rizado no es bonito... ¿Porqué ponerlo mulato si no, cuando todas las parejas Disney habían sido siempre de la misma raza? O si me apuras y te pones de buen rollo interracial ¿Porque no blanco? En fin, rayadas mías.

A la hora de repasar clásicos Disney, podéis saltaros este tranquilamente, que lo recomendaría solo para incondicionales de la compañía de Mickey Mouse.

American Pie (1999) de Adam Herz





Jim, Oz, Kevin y Finch son cuatro amigos que van juntos al instituto. Todos ellos coinciden en una cosa: Son vírgenes. Y naturalmente quieren perder la virginidad. Viendo la oportunidad de hacerlo durante el baile de graduación, todos hacen un pacto, dejarán de ser vírgenes esa misma noche.



Una práctica que debería recuperarse, fotos promocionales con el reparto casi en pelotas



¡Cuantas ventajas tiene un revisionado a tiempo amigos! Es la conclusión que saco de volver a ver después de muchos años la película orginal de American Pie.

Y es que pese a que con las múltiples secuelas y explotaciones en vídeo (que no he visto pero pienso ver) quizá se ha desvirtuado un poco el valor original de American Pie, o si no su valor, al menos nuestra percepción de ella.

Que si, que naturalmente que es una comedia de instituto y chavales con picores genitales y desnudos gratuitos ¡Como si esto fuera algo malo, que no lo es demonios! Pero es que si vemos el original y lo aislamos de sus continuaciones (no malas, divertidas, aunque sin el  valor del original) veremos en la película cosas que van más allá del mítico gag de la Tarta, el desnudo (antológico) de Shannon Elizabeth o los primeros pasos del fugaz pero brillante estrellato de Mena Suvari.




Que sanotes, justo antes de conocer el Speedball



Y es que aunque popular, American Pie quizá no es todo lo bien tratada que debería. Al final lo que ha trascendido es, básicamente que es una comedia guarrona de adolescentes salidos. 

Y si la vemos olvidános de todo, como os señalado antes, olvidando secuelas y prejucios establecidos a posteriori, comprobaremos que es una comedia prácticamente perfecta dentro de su género. Tiene de todo: Tetas (elemento indispensable y primario, no nos vamos a engañar) gags para la posteridad (no solo la tarta, el gag del semén en la cerveza que se bebe Stifler o el que abre la cinta son también de antología) un reparto muy acertado e inspirado (otra cosa es que las carreras de esos actores después no hayan sido muy exitosas pero aquí están genial) personajes antológicos que quedan para el recuerdo (¿O acaso no recordáis al Sherminator o al Stifmaister?)

Todo ello en un argumento que alude en una parte importante a John Hughes ¿o acaso este grupo de chavales no son una suerte de marginados angustiados dentro de sus roles adolescentes que se ven obligados a unirse para afrontar las metas que les impone la sociedad como pasaba con los protagonistas de El Club de los Cinco? Cierto que el tono es más bufo e intrascendente, pero ese tema y esa problemática está allí. 

Como prueba tenemos ese momento en que en el baile la orquesta toca "Don´t forget about me" del grupo Simple Minds, tema principal, como sabréis de  El Club de los Cinco. Y esto no ocurre en un momento al azar, sino justo antes de una escena que perfectamente podría haber aparecido en ese film. Justo cuando Jim, harto de su rol de adolescente salido, y de que su único propósito en la vida, se supone que deba ser perder esa virginidad, estalla y le grita a su amigo Kevin "¿Que que se supone que debemos hacer? ¿Sexo? Estoy harto de hablar de sexo ¡y ni siquiera lo práctico! ¡Yo odio el sexo! Ya ves aún no lo he hecho y ya lo odio!". Ese es uno de esos momentos en que sale a la superficie uno de los temas clave tratados en la mítica filmografía de Hughes y que esgrimo a la hora de deciros que en American Pie no solo encontramos gags guarros y tetas, aunque los gags guarros y las tetas me parecen genial, y están muy bien hechos, pero es agradable verla después de tantos años y econtrar algo más.





Sin Comentarios




No se en que medida influirá en todo lo que he dicho el factor nostalgia, pues yo estaba en la edad y momentos perfectos para verla en el momento de su estreno. Pero ahora tengo 32 años y me ha gustado más que hace 14, cuando se estrenó.

Además a pesar del tiempo transcurrido desde su estreno sigue siendo una cinta divertida y muy entretenida que se ve tan a gusto, y que se pasa volando. Si tuviera que señalar algún defecto, aunque en realidad no lo es, es esa estética pulcra y perfecta que tiene, tan de los 90, aunque siendo yo el mismo que se queja de la fotografía sucia y granulada, oscura y pálida, con cámara con parkinson que domina las películas hoy en día no puedo señalarlo como defecto, sino como característica de su tiempo.

Y eso es todo. Recomendaros que la veáis si os apetece pasar un buen rato, os alegrará cualquier tarde.




sábado, 6 de abril de 2013

Llámale Jess (2000) de Manel Mayol y Carles Prats



Llamalé Jess es un muy interesante Documental del año 2000 dedicado al más insigne de los directores de cine Español: Jesús Franco, que como sabréis, falleció el pasado 2 de Abril de 2013 a los 82 años de edad.




Aunque para ser sincero, más que Documental son una serie de entrevistas a Jess Franco, en las que básicamente imparte una lección magistral de Cine, de su visión de lo que es el cine y lo que debería ser el cine y finalmente su futuro, el rumbo que debería seguir.

Y es que amigos es sorprendente que una persona tan mayor sea precisamente la que tenga que venir a avisarnos de que el cine se ha quedado viejo, estancado, encorsetado en viejas fórmulas obsoletas hace décadas. Citando sus palabras "¿Porque el cine tiene que ser como una novelita del siglo XIX?" "El Ballet evoluciona, se moderniza, El Teatro también ¿y la música? ¿acaso no se moderniza, evoluciona y experimenta constantemente? Y en el cine aún estamos con la historia de chico conoce chica, se enamoran, discuten y luego se reconcilian..." Viejas fórmulas gastadas en un lenguaje encorsetado. Y es que el cine de Jesús Franco no será para todos y sin duda no gustará a todos, pero hay que darle la razón en eso. El cine se niega a modernizarse, a avanzar, a evolucionar.





Y es que si de algo puede uno estar seguro si ha visto o leído cualquier entrevista con Jess Franco es que es un hombre sincero, que no se engaña ni con lo que hace, ni con la vida en general. Pero viendo este documental se aprende también, que era de una de las mentes más lúcidas y creativas que pudo tener jamás el cine de nuestro país ¿Y que es lo que pasa siempre en España cuando existe una persona con talento, genio, creatividad y originalidad? Nos reímos de el. Lo arrinconamos y ninguneamos. Es más, a la hora de hablar de el ahora que ha fallecido, prácticamente todo el mundo, en lugar de hablar de que ha trabajo con los grandes maestros como ayudante de dirección y director de la segunda unidad (Orson Welles, Nicholas Ray), que rodó la primera película de la historia del fantaterror español, todo un clásico como Gritos en la Noche (sin contar La Torre de los Siete Jorobados de Edgar Neville que lo es solo hasta cierto punto), que es conocido y reivindicado en todo el mundo (en Francia hay retrospectivas de su cine en los Festivales más importantes), que ha rodado más de 200 películas -no solo eróticas y de terror, como se suele décir entre risas insolentes que esconden una profunda ignorancia y gañanismo (básicamente el caracter del español medio)- sino prácticamente de todos los géneros (aventuras, drama, comedia, acción, catástrofes...) algunas de ellas con estrellas internacionales reconocidas como Klaus Kinsky o Christopher Lee, no, en lugar de eso como digo, se díce que ha muerto "El Rey de la Caspa". 
Se citan los títulos más tristemente llamativos de su filmografía (ojo muchos ni siquiera elegidos por el, sino por los distribuidores ávidos de dinero que buscaban atraer a las masas con títulos comerciales) como El Ojete de Lulú, Falo Crest, etc. Triste pero cierto.

Como aficionado al cine de Jess Franco no voy a negar que hay mucha mierda en su filmografía, desde luego. Eso si, lo que no voy a tolerar es que personas que han visto una o ninguna de sus películas, y que conocen su cine de oídas y por comentarios leídos aquí y allá me digan que ha muerto ese director que hacía tantas mierdas con desnudos, hasta ahí podíamos llegar. 

Dime que ha muerto un director del que no tenías ni puta ídea porque en tu puta vida has visto una de sus películas chaval, pero no me des lecciones basadas en tu puta estupidez.




Siento el tono, pero es que al final han conseguido cabrearme ¿Que es lo que ocurre para que si muere cualquier otro director español cuya obra no conoce ni dios se informe simplemente del hecho (a veces incluso con falsa reverencia incluso aunque se desconozca por completo su obra) y si muere alguién como Jess Franco tengamos todos el puto permiso de mofarnos y cachondearnos? Jess Franco hará las películas más malas que quiera décir cualquiera pero es un tío que trabajó durante toda su vida en el cine y amaba el cine, rodó hasta el final, murió con las botas puestas ¿Y todos vosotros os atrevéis a cahondearos de el y luego decís que amáis el cine? Iros a la mierda hombre...

Y siento el tono de nuevo, necesitaba desahogarme, fin del despliegue de mala leche.

Creo que parte de todo esto (el descojanarse de alguién porque hizo cine erótico y porno con títulos cachondos) es porque somos un país atrasado, tercermundista y mediocre. Enteraos ya, somos el tercer mundo de Europa. Pero eso no sería malo si no nos creyeramos la repolla cuando somos unos mojigatos, unos reprimidos. Nos hacen creer que estamos liberados y hemos progresado pero nada más lejos de la realidad, seguimos como en tiempos de la dictadura en temas culturales y sexuales. Ese caracter retrógrado y reprimido, perdura aún en pleno Siglo XXI. 

En el documental, Jess nos habla de que creó un personaje suyo que interviene en varias películas, basado en ese caracter reprimido y cacique del español medio, esa fogosidad sexual interior que contrasta con una censura a los demás de esa misma sexualidad. Habla con total seguridad de que ese era el Español medio de la época y de que eso ahora ya no es así, que ha cambiado y nos hemos liberado, pues bien, es en lo único que me voy a atrever a contradecir al Maestro, no tito Jess, no hemos cambiado ni un ápice, y las reacciones a tu muerte lo prueban.






En fin, dejaré tanta acritud para decir que el Documental es también muy divertido debido a las muchas y geniales anécdotas que cuenta Jess relacionadas con sus rodajes, los actores con los que ha trabajado, el origen del término caspa... Anécdotas y vivencias realmente memorables en compañía de su musa y mujer, Lina Romay, que además nos hacen ver lo bien que debían pasarlo dedicándose a lo que se dedicaban. Que el que seas mayor no es excusa para no tener un espíritu joven como ellos. Porque se les ve disfrutar realmente de la vida, creativos, rememorando todas estas vivencias pero sin estar anclados en el pasado, serenos, con conciencia coherente de la realidad. Esto sube mucho la moral, porque te hace replantearte muchas cosas, sobre todo con respecto a los tópicos y cosas que se supone que debes hacer. 

Y es que lo que más acaba uno admirando de Jess Franco al acabar el documental es ese caracter individualista (que no egoista), esa falta absoluta de dudas a la hora de mandar a la mierda gilipolleces que te hagan ir en contra de tus principios, de no ser fiel a ti mismo. 

Como el mismo díce "en un momento dado de mi vida me tuve que plantear si estaba dentro del sistema o fuera, naturalmente elegí estar fuera" " si para tener una producción impresionante, un pedazo casa y un Rolls Royce tengo que dejar en la puerta mis principios, metete por el culo el Rolls Royce y ya ruedo yo como pueda". Y efectivamente toda una vida dedicada al cine outsider, sin ningún tipo de subvención ni financiación, haciendo exactamente lo que le daba la gana, prueba que ha vivido de acuerdo a esto. Es realmente admirable y uno de los motivos por los que me cabrea el trato que se le está dando. Porque sobre su cine se podrá opinar tan bien o mal como se quiera, faltaría más, pero hay que tener respeto como mínimo y después, si se es realmente un amante del cine, investigar e ir más allá de las apariencias, momento en el que uno se da cuenta de que había que escuchar más a este hombre y a hombres como el, en vez de ser tan paletos y bufones.

Un documental de un valor inconmensurable no solo ya como documento sentimental para el aficionado a su cine, sino como verdadera clase magistral de cine, de verdades a cada momento. De visión obligada.


La Diligencia (1939) Stagecoach de John Ford



Una mujer embarazada, un médico borrachín, una prostituta a la que han echado del pueblo y un sheriff que custodia a un fuera de la ley entre otros son los pasajeros de una diligencia que tendrá que emprender un duro y peligroso viaje con el peligro constante del ataque de los indios, liderados por el jefe apache Jerónimo, que ha huido de la reserva y desenterrado el hacha de guerra.




Aunque no soy un gran amante del cine clásico, de vez en cuando, cuando me encuentro con ganas y disposición, si que veo alguno y pese a que luego me da pereza repetir la experiencia, no suelo arrepentirme. Además John Ford es uno de esos directores clásicos-míticos-intocables que todo el mundo alaba y venera constantemente (incluido el recientemente fallecido Jess Franco) y yo no había visto ni una sola película de el, así que, me he puesto a ello. Y nuevamente, debo decir, que no me arrepiento y efectivamente se nota que estamos ante un clásico dirigido por un gran director.




Aún así no se libra esta película (ahora es cuando mis compañeros y amigos más cinéfilos del grupo de facebook de La Consulta del Doctor Loomis me matan) de un defecto. Y es el efecto siesta. A mi me gusta el Western, pero más que el Western, el Spaguetti Western. Siempre he tenido un problema con los Westerns clásicos y es que me retrotraen automáticamente a esas sesiones de sobremesa de La Primera en que echaban alguna de estas películas clásicas del Oeste (ese hábito desapareció para siempre de las Cadenas más punteras y ahora solo lo recuperan cadenas como Telemadrid en verano) y automáticamente mi cuerpo toma una disposición de "sobremesa" al verla ¡sea la hora que sea oigan! En mi casa solíamos tomar siempre Cocido los finesdesemana, pues bien, es que es ver una de estas películas aunque sea a las diez de la noche ¡y joder me siento lleno hasta arriba con ese sopor satisfecho de haberme metido un cocido calentito entre pecho y espalda! la mente es una cosa muy curiosa. Pues bien, a ese defecto, que probablemente es más mío que de la película, no ayuda el que en sus dos primeros tercios, sea básicamente todo diálogos y nada, nada de acción. Son personajes interesantes, con historias bastante fuertes para la época en que se hizo el filme, pero uno (sobre todo teniendo en cuenta que el argumento trata de una Diligencia asediada por los indios en medio del desierto) espera algo de acción, de revolveres, de caballos, y esto no llega hasta casi llegado el último tercio. Pero demonios, hablamos de una película de 1939, y que me corrijan si me equivoco (soy un inculto en materia de orígenes cinematográficos del Western) debió ser uno de las primeras muestras de cine Western de la historia, y si no de las primeras, probablemente si una de las primeras memorables, pues ha tradcendido a nuestros días, y a mi, concretamente.



Ese defecto circustancial no estropea esa placentera y curiosa sensación de estar viendo un verdadero clásico del cine. Hay planos, travellings (como esa espectacular presentación de un jovencito John Wayne en la película fusil en mano y por cierto, no es por ser cizañero pero... ¿no está desenfocado? cuantos palos me van a llover por décir estas cosas...) y momentos que son verdaderamente bonitos de ver. Se tiene la sensación constante de estar viendo escenas y planos que entrarían por fuerza en una antología de lo que significa el cine, de lo mejor que el cine puede lograr, esos vídeos tan bonitos que montan de vez en cuando para los Oscar, no se si me entendéis... pero bromas a parte en serio, es bonito de ver.



Además aunque la "acción" se hace esperar, una vez llega el momento del enfrentamiento con los Indios es bastante espectacular (incluso hoy lo es aún siendo una película con nada menos que 74 años a sus espaldas) , está tremendamente bien rodado y mola mucho. Y me gusta particularmente la elipsis con la que resuelve John Ford el tiroteo final, la venganza del personaje de John Wayne, de una manera bastante alejada a lo que uno esperaría en un Western, que es elegante, interesante y sorprende.

Además todos y cada uno de los personajes son entrañables. El duo médico borrachín y marchante de Whisky es antológico, con acento especial en el bonito-patético momento en que el marchante le díce al médico que se ha ido pimplando a lo largo del viaje todo el Whisky que transportaba en su maleta: "-Déjelo, no beba más-." y el médico le aparta el brazo y sigue bebiendo. Personajes que caen especialmente simpáticos, pues casí todos a su manera son marginados, que van contra lo socialmente aceptado por hacer lo moralmente correcto.

En definitiva que os la recomiendo si alguna vez tenéis ganas de ver un auténtico clásico, a mi al menos, me ha dejado ganas de ver más películas de John Ford.


viernes, 5 de abril de 2013

Los Descendientes (2011) The Descendants



Matt King (George Clooney) es descendiente de la realeza hawiana y los misioneros. Poseedor junto con una legión de primos de los pocos terrenos vîrgenes que quedan en Hawai de valor incalculable, cuya venta, el administra. Mientras decide, junto con el resto de su familia, cual es la mejor oferta para venderlos, su vida sufre una convulsión al quedar su mujer en coma irreversible debido un accidente y ha de hacerse cargo el solo de sus dos hijas de 7 y 10 años.



¿Que le puede faltar? (¿O tal vez sobrar?) a un drama con una historia original, con momentos emocionantes, con buen guión, un gran reparto e interesantes giros que mantienen la atención del espectador? Encima espléndidamente rodada (gracias a dios, sin absurdo tembleque de cámara) y con una bonita fotografía.

No quiero decir con esto que Los Descendientes sea mala. Es buena, está bien actuada y consigue grandes momentos. Pero al final, cuando entran los créditos, me he quedado con un sensación extraña, demasiado cercana a la indiferencia. 



Y es que pese a ser una historia tan emocional y de personajes, y estar todos ellos perfectamente trasladados e interpretados en la película, esta no ha logrado conmoverme, ni sentir lo mismo que los personajes sienten, en momentos clave de la película, por muy bien que estos momentos se hayan rodado e interpretado.

Quizá la clave esté en que por mucho esfuerzo que se haya puesto en guiôn, en direcciôn de actores y puesta en escena, al final es evidente, demasiado evidente que Los Descendientes es exclusivamente un vehículo para George Clooney, para conseguir su estatuilla de aquel año (por desgracia no lo logró) y que desde luego merecía. Su personaje no deja de sufrir en toda la película, de enfrentar mil y un dificultades y encima, en muchas ocasiones, ha de ocultar esos sentimientos. Clooney demuestra su valía saliendo airoso con un personaje que atraviesa todo ese via crucis. Pero a pesar de ello la película no consigue salvar ese "distanciamiento" emocional del espectador, y lo que podría ser una gran película, acaba co mo un muy correcto drama, pero que no trascenderá y acabaremos olvidando.



Al final lo mejor de la cinta es Robert Foster, que está impresionante, en un papel de duro que esconde sus sentimientos (ojo a la escena en que se despide de su hija en coma, asombrosamente contenido y sutil, pero dejando ver aún así el infinito amor y cariño que profesa a su hija).

Aún con todo no perderéis el tiempo si os decidís a acercaros a este film de Alexander Payne. En los tiempos que corren no es fácil encontrar tanto esfuerzo invertido en interpretación y drama de la vida cotidiana.









La Consulta del Doctor Loomis 12 Dracula 3D de Dario Argento, Empusa de Paul Naschy, Una Bala en la Cabeza con Sylvester Stallone


El equipo habitual de La Consulta del Doctor Loomis (Cesar Críado, Nestor Gascón, Iván Puértolas, Raúl Arianes) estrena sección ¡Doble de Mierda! y lo hacemos a lo grande con dos titulazos como son Dracula 3D de Dario Argento y Empusa de Paul Naschy. Depués en Mundo Mainstream hablamos de Una Bala en la Cabeza dirigida por Walter Hill y protagonizada por Sylvester Stallone, todo ello precedido de nuestra sección Onanismos Audiovisuales, donde hablamos de películas como Van Wilder Animal Party, La Mansión de los Muertos Vivientes, Lifeforce, The Taint y Trollhunter ¡Que lo disfrutéis!


miércoles, 3 de abril de 2013

Cyrus (2010) de Jay Duplass y Mark Duplass



¿Puede haber cabida en estos tiempos de cine de Omnipotentes multinacionales con licencias millonarias de superheroes, juguetes y estrellas rodeadas de pantallas verdes para algo tan básico en el cine como es la emoción? ¿Sentir que los personajes de una película son personas? ¿Conmoverse de verdad con ellos? 

Afortunadamente, pese a los tiempos tan oscuros que corren para el cine, la respuesta es si. Y las películas como Cyrus nos lo recuerdan a lo grande. 




Con unos personajes cercanos e inolvidables. Unas interpretaciones sutiles, maravillosas y una puesta en escena inmejorable, que transcurre por derroteros inesperados, logrando obtener comedia del drama y drama de la comedia. Generando una inconfundible sensación de humanidad, de calor humano, de verdad, de vida en definitiva.
¿O acaso no es la vida una abstracta tragicomedia donde a veces el único camino a seguir ante la frustración y la desesperación es la risa?

Y eso es Cyrus. Una serie de personajes al borde de la desesperación, con una necesidad imperiosa de afecto, de cariño, y que ante la tristeza y la desesperanza siempre acaban esbozando una sonrisa, y eso los hace cercanos, humanos, hace que los quieras de verdad. 






Esto se resume en una escena sencilla pero preciosa (adjetivos que también definen el global de la película) en la que el personaje de Molly (Marisa Tomei), está muy afectada y deprimida por un problema y es incapaz de dormir. El personaje de John (John C. Reilly) que duerme a su lado, no deja de decirle que no se preocupe, que todo saldrá bien, esto la enfada, porque sabe que no será así, y de repente, John le díce "-Se que molesta oírlo pero es la verdad...¡Todo saldrá mal! ¡Todo saldrá fatal! ¡No puede salir de otra forma-" Molly se queda en silencio unos instantes y empieza a reír a carcajadas "-Ahora si que me has animado-." Y ambos ríen y ella le da las gracias... Me sentí tan identificado con esta escena, es algo tan humano esa actitud de saber a ciencia cierta que va a salir fatal, que no tiene visos de mejora y aún así seguir con ello por pura fuerza de amor, de emoción... y verlo en una comedia, rodado de forma tan sencilla y divertida, me ha hecho admirar profundamente esta película.  





Que más decir, interpretaciones maravillosas a cargo de un reparto en estado de gracia. John C. Reilly, un absoluto crack divertido a más no poder cuando a de serlo y humano y profundo, compone un personaje que adoramos desde el primer momento. Marisa Tomei, tan encantadora y sencilla, sensible y llena del amor que con tanta desesperación buscan tanto el personaje de John como el de Cyrus, que hace al espectador enamorarse de ella tanto como los propios personajes. Y un Jonah Hill absolutamente apoteósico, que logra componer un personaje que podríamos sencillamente odiar y en lugar de eso nos hace fascinarnos, preocuparnos por el, inspirar una ternura que pocos podrían lograr con un personaje de esta naturaleza.

Una película, en definitiva, perfecta y genial en su planteamiento. Con un final tan sencillo, tan coherente por como cierra y resume todo el conjunto de la historia -solo con la imagen y la interpretación, es décir puro cine- que da un subidón de alegría y de orgullo como amante del cine, por ser testigo de lo que puede dar de si aún este arte.

No voy a detallar el argumento, simplemente vedla. Son noventa minutos de puro deleite.





Os dejo el enlace a un bonito tema de la bso de la película, My Love de Sia.












Jess Franco's Perversion (2005) Flores de perversión



Primera entrada en el blog dedicada a Jess Franco, que lamentablemente se produce tras su muerte el pasado 3 de Abril. Y es una putada, porque yo me he visto bastantes películas de nuestro más insigne director, y ahora voy a parecer un caricato que se acerca a golismear la obra del muerto, cuando no es así, pero al diablo, que cada cual piense lo que quiera.... Flores de Perversión no es por supuesto la mejor de las películas del maestro, ya vendran las que a mi más me gustan en futuras reseñas. Pero por alguna razón, sobretodo curiosidad, he querido acercarme a una de sus películas más recientes, ya apartado del celuloide y rodando en vídeo, minimalismo a tope, hasta en su misma casa.




Si a una gran mayoría de los espectadores ya les tira para atrás cualquier película de Jesús Franco esta directamente no serán capaces de verla, es experimentación pura y dura, música, imágenes, erotismo a ritmo de Jazz (literalmente por momentos, como cuando al ritmo de los platillos, dos de las actrices juntsn sus sexos bailando y en la imagen resplandecen con un brillo dorado como si fuesen estos platillos). 

Si habéis visto más de una película del tito Jess y os gusta su vertiente experimental erótica-sadomasoquista no os arrepentiréis, en este sentido es recomendable. Como sucede a menudo con sus películas cuesta aguantar en un principio por su morosidad narrativa, pero poco a poco la mezcla de imágenes, música, montaje y sugerencis crea un efecto hipnótico cautivador y uno acaba disfrutando de la experiencia onírica y abstracta que es la película y valora los momentos intendos y logrados que los hay, como en toda película de el tito.

Aunque el vídeo desmerece, todo hay que decirlo, frente al celuloide usado en sus viejas películas, por más desmañada que fuera la puesta en escena o la fotografía (encontramos algún alarde de retoque de color digital con escenas en blanco y negro con sangre en color, cosa que personalmente me sobra, prefiero otros efectos más sencillos de la pelîcula que parecen sencillos trucos de cámara como saturación de color, efecto negativo fotográfico, etc).

Y las actrices, salvo una Lina Romay espectacular a pesar de los 50 años que tenía entonces, no son tampoco las de antaño, en cuanto a físico corporal y actuaciôn no se puede negar que se esfuerzan al máximo, más teniendo en cuenta las larguísimas tomas ininterrumpidas que son muchas escenas y lo que debe costar mantener una intensidad erótica sin llegar a sexo real, todo son miradas, mímica, por lo que no hay queja en este aparrado.

En resumen, neófitos de Jess alejaos a no ser que seáis realmente valientes, en cuyo caso no os arrepentiréis. Fans, merece la pena verla.