miércoles, 27 de marzo de 2013

Estrenamos Reseñas en el Blog de La Consulta del Doctor Loomis, hoy: El Final de La Cuenta Atrás (1980) de Don Taylor



Estrenamos sección en el Blog de la Consulta del Doctor Loomis. Ahora no somos solo un podcast, también un blog con reseñas escritas que abarcarán desde cine a comics, videojuegos, libros... todo lo que los peculiares pacientes de esta Consulta consumimos para mitigar la creciente locura que se apodera lentamente (si no lo ha hecho ya) de nuestras atormentadas mentes. 

Y creedme si os digo que me gustaría haber empezado con una reseña de algo un poco más consistente, pero que le voy a hacer, soy un hombre regido por impulsos. Ya me había cruzado por la mente la ídea de hacer reseñas en el blog, pero ha sido ver El Final de la Cuenta Atrás y querer empezar a hacerlas, pensamiento y acción todo uno. Y tampoco es que la película sea merecedora realmente de la ídea, no es que uno vea esta película y diga "¡Demonios por películas como esta quiero hacer reseñas en el blog de La Consulta del Doctor Loomis!", pero que queréis que os diga, ha surgido con esta como podía haber surgido con La Estanquera de Vallecas, una de Asylum o Dracula 3d, que es muy buena por cierto. Que se yo igual me ha influído el ambiente marcial que rige toda la película. Pero vayamos pues al meollo del asunto. La Reseña, que ya me he extendido más de lo que pretendía.



     
"¿Que el Capitán de un Portaaviones Nuclear no debería estar tan jovial y despreocupado sobretodo teniendo en cuenta que ha viajado atrás en el tiempo 40 años, unas horas antes del ataque de Japón a Pearl Harbor? A mi me la suda yo he venido por mi cheque..."  


El Final de la Cuenta Atrás trata de una aventura espacio-temporal en la que se ve involucrado Warren Lasky (un jovial y despreocupado Martin Sheen, aún sin los problemas de un hijo tan activo como Charlie Sheen) Analista de Sistemas contratado por un misterioso personaje cuyo rostro no descubrimos hasta el ultimo momento de la película (antes de sernos mostrado sabremos perfectamente quien será a esas alturas de la historia). La misión de Lasky es basicamente cotillear y ver si todo lo hacen bien en el barco y que más puede mejorarse, tendrá roces con el Segundo Oficial (James Farentino, protagonista de Muertos y Enterrados que comentamos en el Retroshock del Podcast 11 de La Consulta del Doctor Loomis y con el que me he topado también en esta película sin pretenderlo, curioso, el mundo es un pañuelo, al menos el del cine) con una curiosa fijación por la historia y traerá de cabeza con sus teorías al Capitán del Portaaviones, Mathew Yelland, interpretado por un Kirk Douglas con el piloto automático, que cumple holgadamente con su papel debido a su caracter de mito cinematográfico pero que parece estar en la película poco menos que de picnic, sonriendo en todo momento y se le ve claramente poco involucrado en la película, sonrie tanto y está tan campechano, que por momentos parece que vaya a girar la cabeza, mirarte y preguntarte desde la pantalla "¿Que pasa chaval te está gustando la película? Yo no me entero de nada, a ver si acabo la toma y me voy a tomar unas birras ¿te vienes?".




                                   "¡Que no joder! ¡Que no soy el de Dos Hombres y Medio!"

Para entendernos, se trata de una peli de sobremesa, café y siesta, si no fuera porque los tiempos han cambiado y ahora en esas horas se emiten films sobre Suegras a las que se les va la olla, Nueros de apariencia benévola que resultan ser psicopatas, guapas niñeras desequilibradas, etc. Si no fuera porque es de un gran estudio, tiene un presupuesto holgado y algunas estrellas casi podría tratarse de un film de Asylum, con las obvias diferencias puesto que su guión es sólido y la propuesta seria. Pero no nos engañemos, es una película de padres, es la película que tu padre se queda viendo embobado contándote su argumento y tu díces... A ha... y te vuelves a tu ordenador a seguir descojonándote viendo Memes de Obama.


Hoy día damos mucha caña a Michael Bay pero lo cierto es que la morralla militar de este palidece ante el despliegue de El Final de la Cuenta Atrás, de los 100 minutos de duración que tiene, 50 minutos fácilmente pueden ser maniobras militares peñazo explicadas con todo lujo de detalles y localizaciones, con la jerga militar estoy seguro que correcta hasta en el más infimo detalle, que supuestamente son interesantes pero a la postre, para el argumento importan exactamente tres cojones y podrían haberse eliminado con ágiles elipsis de montaje, también conocidas como lenguaje cinematográfico.





Es una pena, porque ya que tienes a tipos como Martin Sheen o Kirk Douglas, que este último como militar podría estar muy gracioso, en plan echarte unas risas con un caracter de Sargento Chusquero diciendo one liners, que es un poco de lo que yo esperaba ver, pues no, a cambio tienes a Martin Sheen que de ser un despistado Analista de mierda de repente se convierte en un puto experto en la teoría de la relatividad, y lo que es peor, cuando se lo explica al amigo Douglas este, en lugar de mandarle a la mierda y vociferar cual rudo Mando Militar, se queda mirándole con cara de poquer, y el espectador sospechando que en lugar de pensar en lo que le está diciendo, está decidiendo que comer cuando acabe la toma, si spaguettis o solomillo.


Con todo tampoco es una mala película, se deja ver, y por momentos hay disquisiciones y dilemas espacio-temporales, incluso morales interesantes. Pero jamás deja de ser un producto hueco, lastrado por un discurrir narrativo bombardeado de largas escenas de vehículos militares, transmisiones por radio, ordenes, contra-ordenes...una pena, porque el punto de partida de un Portaaviones en medio de un inminente a Perl Harbor da para una historia intensa, interesante y con mucho espectáculo, desgraciadamente ahí también falla la película, porque (SPOILER) justo cuando se deciden finalmente a participar activamente en el Ataque y derribar a la Flota Japonesa, magia potagia, aparece de nuevo el agujero-tunel espacio temporal que incialmente los llevó a ese momento en el tiempo y se van con viento fresco... y los ejecutivos del estudio, aliviados, se guardan sus dolares, contentos de tener suficiente metálico para un poco más de Speedball.




                               
                               Lt. Perry  -"Cual es el problema? ¿No será tan grave no?-.
                               Kirk Douglas -Si, si que lo es. Nos hemos quedado sin Whisky...

(SPOILER) La paradoja final se da con el personaje de James Farentino, el Comandante Owens, que queda atrás en el tiempo y justo cuando Lasky desembarca es rebelado como el misterioso personaje que inicialmente le contrató, con unos 40 años más en su apariencia eso si, y le vemos como un anciano: "Suba al coche por favor, tenemos muchas cosas de que hablar" le díce a Lasky, y vemos como se largan tan contentos en el cochazo, fin, dentro créditos. Una bonita cabriola argumental, hasta cierto punto satisfactoria, pero que al rato de pensarlo piensas... "¡Que cabrones y así con su par de huevos se ahorran explicaciones de porque cojones ha sucedido todo!" pero realmente no es necesario.


En fin, si realmente os interesa mucho, mucho su argumento, o el cine bélico, o sus actores ¡pero mucho, mucho, mucho tiene que interesaros me refiero eh! y no tenéis remilgos en ver películas que ya tienen unas décadas, puede no ser una completa perdida de tiempo, pero para todos los demás, si, si que lo será. Podéis dejarla pasar tranquilamente. Y si viene un gafapaster a daros el coñazo y os la recomienda y os da la chapa le decís, no, no, no, gracias pero no. Gracias por leerme y hasta pronto, un saludo.











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